Con esta medida, el Gobierno catamarqueño puso en funcionamiento las profundas reformas a la justicia local, tal como lo hicieran ya las provincias de Córdoba y Buenos Aires.
Las reformas afectarán fundamentalmente a los Juzgados de Instrucción, que se convertirán en Juzgados de Garantías, se otorgará mayor poder de investigación a los Fiscales de Instrucción y se creará una Cámara del Crimen que se sumarán a las dos ya existentes.
En cuanto a la letra fina del texto reformado, se establece procedimientos más veloces en la administración de justicia -el caso de los juicios abreviados en caso de confesiones de culpabilidad- y agrega la posibilidad de apelar una investigación.