Los candidatos a legisladores nacionales por el FCS, encabezados por Oscar Castillo, participaron anoche en Fiambalá de un acto público realizado en la sede del Comité radical de esa localidad.
Frente a una multitud de simpatizantes fiambalenses y de otras localidades cercanas, los candidatos expusieron sus propuestas de campaña.
Durante el acto, hablaron el actual intendente de Fiambalá, Julio Serrano, el intendente electo, Amado Quintar, y los candidatos a diputados Nacionales, Guillermo De la Barrera y Lucía Garín de Tula.
El cierre estuvo a cargo del candidato a senador nacional, Oscar Castillo, quién brindó un mensaje a los intendentes peronistas electos, resaltando que ellos "tienen la gran oportunidad de provocar la renovación dentro del PJ y hacer de él un partido racional que pueda conversar con el oficialismo los problemas de Catamarca".
"Existe un grave problema en el PJ de Catamarca: en este último proceso los engaños saltaron a la vista", indicó el candidato. Asimismo, recordó que "a los radicales les pasó algo parecido años atrás, hubo varios traidores, que hoy ya no están; por eso hoy tienen la oportunidad de sacarse de encima a aquellos que la sociedad catamarqueña les dijo no en reiteradas ocasiones".
En este sentido, Castillo convocó tanto al FCS como al PJ a conversar "pero con actitud humilde, con actitud de convocatoria para trabajar juntos, porque la provincia necesita un gobierno y un partido de oposición a fin de pensar en forma conjunta los grandes proyectos de Catamarca en forma conjunta".
Sobre la negativa de su reelección
El candidato a senador nacional por el FCS explicó que su negativa a la reelección para gobernador, "fue porque la gente quería un cambio, pero un cambio seguro; no quería rifar su futuro, quería cambiar y ahí estuvimos nosotros tomando la decisión de no ir la reelección".
A su vez sostuvo que los dirigentes políticos "deben tener madurez para saber cuando hay que dar un paso a un costado, y también cuando hay que ir a la cabeza, al costado o acompañar. Eso también lo dá la generosidad política de saber abstraerse y ver que uno no es el protagonista; uno siempre es un peón de la gente".