Entre quienes se manifestaron hoy en contra de las agresiones que sufrió Kicillof con su familia al volver en Buquebús de un descanso en Uruguay, estuvo el canciller Héctor Timerman, quien catalogó los insultos como "métodos fascistas" de comunicación.
"Me da pena que, en un país democrático donde todos nos podemos expresar y decir lo que se quiera, donde es fácil acercarse a un dirigente político, se utilicen métodos fascistas, porque es eso, una persona con su familia, en un lugar cerrado y agredido de esa manera", dijo Timerman desde Londres, en el marco de un reportaje radial.
"Esa violencia, que es promovida por ciertos sectores contrarios al gobierno, es peligrosísima, por lo que implica. En una sociedad donde se puede dialogar, donde hay diálogo, que un sector que no quiere dialogar apele a la violencia hoy verbal y mañana física, es peligroso", concluyó.
Por su parte, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, señaló que lo que le ocurrió al viceministro de Economía fue "una vergüenza" y lo atribuyó a "sectores minoritarios".
"La mayoría de argentinos no estamos de acuerdo con ese tipo de actitudes", señaló Randazzo, en el marco de un reportaje con radio La Red.
En ese sentido, consideró que "la violencia es un signo de impotencia de aquellos sectores que, por pensar diferente, creen que tienen derecho a hacer este tipo de manifestaciones".
En tanto, el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, emitió un comunicado en el que afirmó: "Repudiamos todo hecho de violencia, sobre todo cuando es organizada, de algunos sectores que eligen la descalificación a los funcionarios, en lugar de dedicar tiempo para solucionar los problemas que hoy sufren los santafesinos".
Quien se diferenció de la ola de repudios de ayer y hoy contra las agresiones sufridas por funcionarios nacionales fue el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien, a pesar de manifestarse en "desacuerdo" con lo ocurrido responsabilizó al gobierno nacional por el episodio.
Macri consideró que el ataque que sufrió Kicillof "hay que atribuirlo al clima de confrontación que ha generado como nunca antes ningún otro gobierno en estos 30 años, lo cual no significa que uno esté de acuerdo o que lo disculpe, sobre todo en un momento en el cual la persona se encuentra con la familia".
"Esa parte no la comparto y estoy totalmente en desacuerdo. Los hijos no tienen la culpa de lo que hagan los padres", señaló el líder de PRO en declaraciones a Radio 10.
Esta opinión, fue coincidente con la manifestada ayer por el titular del bloque de la UCR en Diputados, Ricardo Gil Lavedra, quien justificó la agresión sufrida por el viceministro de Economía al entender que "con el clima existente, viajar en Buquebús desde Uruguay, no me parece que haya sido prudente".
Si bien manifestó su "desacuerdo contra todo acto de agresión o violencia verbal", el dirigente radical atribuyó los episodios vividos por el vicepresidente y por Kicillof en Uruguay a "un clima de irritación colectivo, y sobre todo en el caso de Kicillof, cuando hay tanta sensibilidad en relación al cepo cambiario".
Sin embargo, en la jornada de ayer dirigentes políticos opositores y del oficialismo repudiaron las agresiones que tuvieron por blanco Kicillof, al tiempo que coincidieron en condenar la práctica del "escrache".
Entre quienes manifestaron su desacuerdo se encuentran el legislador porteño Juan Cabandié (Frente para la Victoria), el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, la diputada del Pro Laura Alonso, y el titular de la CTA, Hugo Yasky, entre otros.
Fuente: Télam
