Los ex militares represores Alejandro Duret y Pedro Pablo Mansilla rechazaron ayer los cargos de privación ilegal de la libertad y asesinato del militante peronista Carlos Labolita, al hablar por última vez en el juicio oral y público que se les sigue en la sede del Tribunal
Oral de Mar del Plata.
La audiencia, que fue breve, estuvo enmarcada por algunos incidentes y enfrentamientos verbales entre integrantes de agrupaciones defensoras de los Derechos Humanos; y Cecilia Pando, integrante de una asociación de supuestas víctimas del terrorismo y que ya concurrió a varios juicios contra represores asumiendo pública y vehementemente su defensa.
Primero Mansilla y luego Duret, manifestaron su inocencia esta mañana por última vez ante el tribunal que esta tarde dará a conocer su sentencia, con lo que se pondrá fin al proceso oral que comenzó el 26 de mayo pasado.
Pando, junto a una decena de seguidores, intentó ingresar a la sala pero no pudo hacerlo y terminó escapando del lugar en medio de un intercambio de insultos con miembros de organizaciones de Derechos Humanos.
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Esta tarde, a partir de las 17, el tribunal integrado por los jueces Carlos Rozanski, Alejandro Esmoris y Nelson Jarazo, darán a conocer la sentencia.
La pena de reclusión perpetua fue solicitada por la parte acusadora, representada por el querellante César Sivo que patrocina a la familia de la víctima; Eduardo Rezses, de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense y el fiscal federal Daniel Adler.
Los defensores Gritsko Gadea Dorronsoro (Mansilla) y Gerardo Ibáñez (Duret), reclamaron la absolución al entender que no se probó la vinculación de sus clientes con el crimen.
Mansilla tiene 77 años y actualmente está con arresto domiciliario, por lo que el pedido de pena de la acusación incluye el cumplimiento efectivo en prisión, en tanto, Duret, de 56, permanece detenido en la Unidad Penal 34.
Labolita era un militante de la Juventud Universitaria Peronista secuestrado el 25 de abril de 1976 en la ciudad bonaerense de Las Flores, cuando tenía 24 años.
El joven, que además era empleado de la petroquímica de Berazategui, era amigo y compañero de militancia del ex presidente Néstor Kirchner, y de su esposa, la presidenta Cristina Fernández.
La desaparición de Labolita tuvo su origen cuando el 26 de marzo de 1976, el mismo día del golpe de Estado, fue secuestrado en las Flores su padre, Carlos Orlando Labolita, quien permaneció en prisión hasta 1980 y que ahora asistió al juicio.
Carlos Labolita hijo regresó a las Flores con la intención de lograr la liberación de su padre, pero en lugar de eso fue detenido en la casa paterna y trasladado al regimiento de Azul, donde era jefe Mansilla con el grado de coronel y cumplía funciones de Inteligencia Duret, quien en ese entonces era teniente.
Oral de Mar del Plata.
La audiencia, que fue breve, estuvo enmarcada por algunos incidentes y enfrentamientos verbales entre integrantes de agrupaciones defensoras de los Derechos Humanos; y Cecilia Pando, integrante de una asociación de supuestas víctimas del terrorismo y que ya concurrió a varios juicios contra represores asumiendo pública y vehementemente su defensa.
Primero Mansilla y luego Duret, manifestaron su inocencia esta mañana por última vez ante el tribunal que esta tarde dará a conocer su sentencia, con lo que se pondrá fin al proceso oral que comenzó el 26 de mayo pasado.
Pando, junto a una decena de seguidores, intentó ingresar a la sala pero no pudo hacerlo y terminó escapando del lugar en medio de un intercambio de insultos con miembros de organizaciones de Derechos Humanos.
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Esta tarde, a partir de las 17, el tribunal integrado por los jueces Carlos Rozanski, Alejandro Esmoris y Nelson Jarazo, darán a conocer la sentencia.
La pena de reclusión perpetua fue solicitada por la parte acusadora, representada por el querellante César Sivo que patrocina a la familia de la víctima; Eduardo Rezses, de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense y el fiscal federal Daniel Adler.
Los defensores Gritsko Gadea Dorronsoro (Mansilla) y Gerardo Ibáñez (Duret), reclamaron la absolución al entender que no se probó la vinculación de sus clientes con el crimen.
Mansilla tiene 77 años y actualmente está con arresto domiciliario, por lo que el pedido de pena de la acusación incluye el cumplimiento efectivo en prisión, en tanto, Duret, de 56, permanece detenido en la Unidad Penal 34.
Labolita era un militante de la Juventud Universitaria Peronista secuestrado el 25 de abril de 1976 en la ciudad bonaerense de Las Flores, cuando tenía 24 años.
El joven, que además era empleado de la petroquímica de Berazategui, era amigo y compañero de militancia del ex presidente Néstor Kirchner, y de su esposa, la presidenta Cristina Fernández.
La desaparición de Labolita tuvo su origen cuando el 26 de marzo de 1976, el mismo día del golpe de Estado, fue secuestrado en las Flores su padre, Carlos Orlando Labolita, quien permaneció en prisión hasta 1980 y que ahora asistió al juicio.
Carlos Labolita hijo regresó a las Flores con la intención de lograr la liberación de su padre, pero en lugar de eso fue detenido en la casa paterna y trasladado al regimiento de Azul, donde era jefe Mansilla con el grado de coronel y cumplía funciones de Inteligencia Duret, quien en ese entonces era teniente.
Fuente: Télam
