Walter Martello, ex diputado de la provincia de Buenos Aires por la Coalición Cívica, hace un recorrido por lo que él describe como "las dos décadas de las fracasadas políticas de seguridad" que se implementaron en la provincia
La frase dicha por Néstor Kirchner al entonces gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, en vísperas de una marcha en reclamo de seguridad, en octubre de 2003, todavía tiene vigencia si realmente se quiere combatir la inseguridad, afirma el autor.
Walter Martello, ex diputado de la provincia de Buenos Aires por la Coalición Cívica, hace un recorrido por lo que él describe como "las dos décadas de las fracasadas políticas de seguridad" que se implementaron en la provincia.
El trabajo detalla que la provincia tuvo en su Ministerio de Seguridad y en la Secretaría de Seguridad abogados, jueces, un fiscal federal, un procurador, un ex carapintada, un agrónomo, un comisario de los duros y cinco intendentes que se le suman a un par de políticos.
Las políticas "de mano dura" implementadas desde los ´90 quedaron plasmadas en las diferentes reformas al Código Procesal Penal y no sólo "no han dado resultado" sino que "son el combustible de la enorme ola de inseguridad", escribe quien también fue integrante de la Comisión Bicameral de Seguridad y Asuntos Penitenciarios de la provincia.
En diálogo con Télam, Martello explicó también cómo a lo largo de los años se prefirieron la "soluciones facilistas" porque fundamentalmente "no hubo el coraje suficiente para involucrarse en desandar el camino de la policía bonaerense, que tiene una tradición de la época del proceso" y que "no se ha podido desarmar por el aval político que ha tenido".
"Esto de la política pendular reproduce a los mismos personajes con el mismo poder y con la capacidad de generar una situación de status quo para que nada cambie", afirma el ex diputado.
"Negociar con la cúpula de la policía es no conducirla. El delito se combate y a la policía se la conduce", subraya.
"Detrás de la inseguridad hay importantes intereses económicos. Grupos empresarios, muy cercanos al poder político, que amasaron fortuna con las sucesivas reformas y contrarreformas", escribe Martello en 20x20.
El ex legislador bonaerense marca también que "algunas empresas vinculadas a la información tienen una línea editorial muy afín a que continúen estos vínculos".
"En Mar del Plata le preguntaban a la gente cuál era su principal temor y la mayoría contestó el secuestro extorsivo, y cuando averiguamos las estadísticas que tenía la departamental de ese lugar, en Mar del Plata, en el último año y medio, no se había producido ningún secuestro extorsivo", recordó.
Así, "el mostrar permanentemente una tipología de delito, le va marcando la cancha a una dirigencia política que responde a ese discurso y se genera un círculo del que no se sale", remarcó.
Martello recordó que después del debate de las llamadas leyes Blumberg en el Congreso de la Nación la tapa de Clarín fue: "Habrá penas de hasta 50 años para delitos comunes" y se preguntó "¿qué pasó después de ese código tan duro?".
Las consecuencias de esa reformas fueron "muchísimos más detenidos, muchísimas menos sentencias, muchísimos más delitos, y ese mea culpa las empresas periodísticas jamás lo hacen", sostuvo.
"Los medios hicieron el mismo proceso con los secuestros extorsivos que actualmente están haciendo con los linchamientos" y explicó que en realidad el propio ministro de seguridad desmintió a los medios. "Le preguntaron qué opinaba de los linchamientos y dijo que en la provincia hubo un solo intento", señaló Martello, aunque sin duda en el imaginario de la gente "era un fenómeno que se reproducía cada dos horas".
"20x20…" es un libro que denuncia las políticas de seguridad facilistas que se implementaron en la provincia de Buenos Aires, y sostiene que generalmente tendieron al reclamo de "mano dura" y, pese a que fracasaron, "se convalida ese tipo de política que tiene como objetivo desgastar una visión progresista".
"Se pide más mano dura, cuando políticas como las de Carlos Ruckauf y Aldo Rico no sirvieron. Se incita a la violencia y no se recuerda que las políticas del ´hay que meterles bala a los ladrones´ no sirvieron más que para aumentar los delitos y la sobrepoblación carcelaria", puntualizó.
El libro rescata algunas políticas de León Arslanian y de Juan Pablo Cafiero y propone como meta la "inclusión social y desarmar el núcleo entre políticos, sectores de la policía, la justicia y el delito" para poder cambiar las "políticas pendulares" en materia de seguridad que según el autor han caracterizado estos 20 años.
Fuente: Télam
