Luego fustigó los enfrentamientos entre las provincias y convocó a todos a abordar las diferencias en conjunto, hablemos entre quienes representan legítimamente los intereses de las regiones y las provincias y hagamos un balance de lo que cada uno ha recibido. "A esto no hay ninguna otra manera de poder entenderlo; no se puede querer todo y al otro nada", afirmó la presidenta.
El discurso completo
Déjenme agradecerle a todos los riojanos haberme permitido el altísimo honor de ser la primera presidenta en ejercicio que hace un homenaje a ese patriota argentino que fue el General Ángel Vicente “Chacho” Peñaloza.
Ustedes saben que mi amor por la historia argentina quedó evidenciado, tal vez, en este Bicentenario en el que decidimos precisamente festejar y conmemorar nuestros doscientos años de historia, con nuestras luces y sombras, glorias y derrotas.
Pero esta historia oculta en la historiografía oficial de la Nación, lo que José Hernández como periodista, el autor de nuestro Martín Fierro, denunció en un periódico pequeño de Entre Ríos llamado “El Argentino”, abordó la tragedia del “Chacho” Peñaloza, con el titulo de lo que realmente fue ‘Un Asesinato Atroz’.
Por eso el homenaje de hoy a un argentino rubio y de ojos azules que decidió pelear junto a los morochos de la Patria, para desmitificar un poco lo del color de la piel, en realidad lo que muchas veces se intenta ocultar es cómo se ataca, seas morocho o rubio aquellos argentinos que deciden defender los derechos de las grandes mayorías nacionales, de los más pobres y vulnerables. Un verdadero caudillo del federalismo argentino.
Hoy estamos aquí en La Rioja, como ayer estuvimos en el sudoeste bonaerense también con una sequía muy grande durante cuatro años de la provincia de Buenos Aires, ayudando a los productores en aquel lugar de trigos y vacas.
Aquí va un tirón de orejas para esta presidenta, porque cuando anuncié que venía a La Rioja también con productores muchos más humildes, pequeños, pobres y dije no de vacas.
Por eso un tirón de orejas para esta presidenta, porque cuando hablaba con el intendente de la Capital de La Rioja y me decía que precisamente su localidad es la que mayor cantidad de vacas tiene, pero no son las grandes producciones de vacas que está en los centros de la Pampa Húmeda, es apenas la subsistencia y crianza para la familia.
Por eso, son absolutamente diferentes las necesidades que tienen las distintas partes del país en asistencias diferenciales. Yo lo decía hace unos días cuando festejábamos los 75 años del Banco Central de la República Argentina.
Hablaba de la necesidad de entender al país en su totalidad, en las grandes diferencias, porque hay un país que se ha desarrollado muy injusta y asimétricamente, zonas muy ricas con mucha inversión y otras zonas que por la geografía, la lejanía de los grandes centros de consumos urbanos y la lejanía del puerto, en un país que fue pensado únicamente en esos grandes centros, se ha desarrollado muy desigual.
No hay peor cosa que la desigualdad, porque cuando la desigualdad es porque no trabajas o no te esfuerzas, eso no es desigualdad es desidia de parte tuya, pero cuando naces en un lugar donde no hay posibilidad de desarrollo económico, alejado de todos los centros de consumo, donde nunca se hicieron obras de infraestructura que pusieran en valor a las zonas, esa región, esos lugares, necesitan una mirada diferente.
Yo lo entiendo porque soy del otro extremo del país, de la Patagonia y siendo legisladora me tocó defender muchas cosas que para otros eran privilegios, pero que eran simplemente instrumentos para lograr que la Patagonia se poblara y la gente no se fuera.
Hay distintos instrumentos, y los argentinos debemos ser solidarios, justos y equitativos y en esto también deben contribuir todos los Poderes del Estado; una presidenta, un Poder Ejecutivo no lo puede hacer solo; tiene también que haber una comprensión en la cúspide de los otros dos Poderes: Legislativo y Judicial, de estas asimetrías que tenemos, sin renunciar a las representaciones locales o regionales que cada senador o diputado tiene.
Pero entendiendo que tenemos que desarrollarnos armónicamente, porque sino después emigran de esas provincias miles de ciudadanos que van a instalarse en los grandes centros urbanos porque no tienen posibilidades en sus provincias y luego se produce el hacinamiento, la pobreza, los bolsones de inseguridad por la gente que carece de trabajo y oportunidades.
Por eso la misión de una presidenta, de alguien que tiene la responsabilidad de conducir los destinos de los 40 millones de argentinos es lograr equilibrio a través de distintos instrumentos y garantizarles a todos que nadie será despojado de nada para darles a otros, porque también sería absurdo.
Simplemente se trata de poner justicia, equilibrio y armonía en el desarrollo de un país. Es como una familia donde uno puede tener diez hijos, pero a lo mejor uno nació más débil y necesita más atención de la madre o del padre y eso no significa que deje de lado a los otros hijos o los vaya a perjudicar. Simplemente significa poder reequilibrar para que todos los puedan hacer armónicamente.
Yo quiero hoy, que venimos a entregar ayuda a diez municipios para que a través de ello se llegue a más de dos mil productores muy pequeños, pero pequeños en serio, no estamos hablando del concepto de pequeño y mediano de la Pampa Húmeda, no, esta es otra historia. Acá el pequeño es pequeño en serio, tiene apenas unas pocas hectáreas, tiene apenas unas pocas vaquitas o caprinos. Es un pequeño en serio. Y entonces necesitamos tener una mirada diferente sobre el país en su conjunto. Reitero, sin renunciar a lo que a cada uno le corresponde representar y defender.
Y, en este sentido la cúspide de ambos poderes, el Legislativo y el Judicial deben entenderlo, porque muchas veces se trata de quedar bien con todos y ¿saben qué? es imposible muchas veces quedar bien con todos. Cuando se trata de quedar bien con todos finalmente no se queda bien con nadie porque termina todo el mundo enfrentado, porque no hay racionalidad y no hay sensatez.
Por eso yo digo que dos cosas que debemos recuperar quienes tenemos responsabilidades institucionales, -esta no es una cuestión de los ciudadanos, los ciudadanos en todo caso sufren las consecuencias de las irresponsabilidades de quienes dirigen las instituciones que pueden ser Parlamentarias, que pueden ser Judiciales, que pueden ser también Ejecutivas-, pero que es necesario entender que la cosa no pasa porque si doy una cosa hoy que está bien tengo que dar otra cosa a cambio mañana como si fuera una suerte de toma y daca. Así ha funcionado muchas veces la política en la Argentina y lo digo con conocimiento de causa. Me ha tocado ser tenaz opositora a esa forma de entender el país y la política.
Y yo quiero sinceramente construir en estos cien años que han empezado una Argentina diferente. Una Argentina en la que no tenga que haber enfrentamientos entre provincias o entre regiones que fueron sangrientas durante el siglo XIX. Porque ahora nos quieren convencer también, hay algunos medios que hablan de cuanta violencia hay ahora, violencia de ninguna manera. Violencia hubo en el siglo XIX donde se degollaban patriotas y se ponían las cabezas en las picas. Violencia hubo durante el siglo XX, durante los golpes militares: desalojaban a los gobiernos populares, cerraban el Parlamento, encarcelaban a los presidentes y desaparecían argentinos o bombardeaban plazas. Eso era violencia. Si uno recorriera las crónicas periodísticas de aquellos días en el siglo XIX, salvo el caso tal vez de un José Hernández en un perdido diario del interior de Entre Ríos, si uno recorriera las crónicas periodísticas del siglo XIX o el siglo XX cuando realmente el país era bañado en sangre nadie hablaba de violencia, al contrario.
Por eso yo tengo muchas esperanzas, porque hemos celebrado este Bicentenario con más de 6 millones de argentinos en la calle en un clima de fiesta, de respeto, de amor y asombro, inclusive de mirarnos a la cara y a los ojos y descubrir que no éramos lo que nos cuentan desde algunos medios que nos quieren convencer que somos feos, sucios y malos. No, no es así. Si hasta pasó con el futbol, parece que en los últimos días descubrieron. ¿Saben cuántos miles de personas no dejaron entrar de otros países las autoridades en Sudáfrica. Sin embargo todo el día retumbaron en 40 o 50 argentinos. Que está bien que no los hayan dejado entrar porque son personas que están identificadas con la violencia en el fútbol. Pero que no nos quieran convencer que los argentinos somos la peor cosa que hay en el mundo. Tampoco los mejores. Somos sí hombres y mujeres que tenemos en su inmensa y absoluta mayoría un gran compromiso con nuestra Patria porque nuestros hijos nacieron acá y nuestras familias van a vivir toda la vida acá.
Por eso, convocar a todos los argentinos, pero fundamentalmente a quienes tienen responsabilidades institucionales, a tener una mirada inteligente, a tener una mirada solidaria, a tener una mirada abarcativa del conjunto de la Patria, porque además sabemos que con los más o con los menos cuando aquí en la Patria no hubo proyecto de país, no hubo proyecto de Nación, en definitiva, fueron todas las provincias castigadas. Y yo creo que no hay provincia argentina en estos últimos siete años que pueda decir que no ha recibido todo lo que ha podido dar la Nación en materia de infraestructura, en materia de seguridad social, en materia de educación, en materia de viviendas, en materia de promociones para sus producciones.
Porque, digo yo, cuando uno mantiene las variables macroeconómicas y un tipo de cambio competitivo que permite a aquellos sectores que tienen la suerte de vivir en el centro del país y tener toneladas y millones de toneladas para poder exportar, eso también es un esfuerzo que hacemos desde una política nacional. Y sino, mirar lo que pasó hace algunos años atrás, no con el dedo acusador, pero sí con la mirada memoriosa de lo que tenemos que hacer para seguir creciendo.
Millones de argentinos que hoy tienen la suerte de un haber previsional, millones de pibes menores de 18 años cuyos padres todavía no han conseguido trabajo que hemos llegado con la Asignación Universal por Hijo, movilidad jubilatoria dos veces al año para nuestros jubilados, más de cuatro millones y medio de puestos de trabajo, más de dos mil convenios colectivos que permiten mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y ser hoy el país más igualitario de toda Latinoamérica. Esas son las cosas que nos deben unir. Esas son las cosas que tenemos que defender y las diferencias en la política siempre han sido así porque además tenemos la autoridad moral para decirlo. Jamás como legisladora habiendo perdido una votación fui a reclamarle a un juez que me diera lo que no había podido ganar en el recinto de la Cámara de Diputados o de la Cámara de Senadores, jamás.
Por eso quiero convocar a todos para que si hay diferencias las abordemos en conjunto, que dialoguemos, que charlemos, que hablemos entre quienes representan legítimamente los intereses de las regiones y las provincias y quien tiene que representar los intereses de todo el conjunto del país y hagamos un balance de lo que cada uno ha recibido. Porque a esto no hay ninguna otra manera de poder entenderlo. No se puede querer todo y al otro nada. Hacer balance es algo que muchas veces nos cuesta a todos los argentinos, porque el balance te permite con sensatez, con condura y con sensibilidad, saber todo lo que has logrado en estos siete años que estamos trabajando junto a vos.
Y cuando hablo junto a vos hablo junto a todos, cualquiera sea el partido que gobierne una municipalidad o una provincia porque a la hora de tener trabajo, a la hora de obtener un beneficio jubilatorio, a la hora conceder el beneficio de la Asignación Universal por hijo, a la hora de dar un beneficio o un subsidio a un productor no se le pregunta de qué partido es sino qué es lo que necesitas para poder vivir un poco mejor y de eso se trata una mirada diferente. Por eso en esta querida provincia de La Rioja, en Olta, un lugar histórico y haciendo homenaje a un hombre de la historia argentina quiero agradecerle a todos los riojanos en particular porque hoy estoy aquí y a todos los argentinos, como lo hago todos los días, por esta forma de participar uno junto al otro conmemorando y recordando nuestros doscientos años de historia, es un buen inicio para empezar estos cien años que tiene que ser todavía mucho mejor.
Muchas gracias y como siempre junto a ustedes aquí, en La Rioja y en todas partes. Muchas gracias.
Fuente: Radio Fenix La Rioja
