El acuerdo intenta acelerar las intervenciones financieras en apoyo de las 7.000 personas de origen trentino residentes en el Chaco, una de las provincias más pobres de Argentina, gravemente afectada por la crisis económica en ese país.
En marzo del 2001 se había firmado otro acuerdo para dar nuevo impulso a la cooperación entre Trentino y Chaco, donde los emigrantes de esa región italiana viven en condiciones difíciles.El nuevo acuerdo compromete a las partes a terminar la planta de faenamiento y conservación de las carnes, sobre todo de cabra, de Pampa del Infierno para febrero del 2003, con el fin de hacerlo operativo lo más pronto posible y hacer despegar la producción y la exportación de las carnes.