La ex titular de Poder Ciudadano había sido mencionada en varios discursos por su extraña ausencia al momento que se acercaba aquella votación, que no pudo ser justificada ni por su jefe de bloque, Federico Pinedo.
Enfurecida, tomó el micrófono y refutó todas las denuncias de la oposición, haciéndose acreedora de un efusivo aplauso de los kirchneristas. Sobre todo, porque apuntó contra Cynthia Hotton, la diputada del monobloque Valores para mí País que denunció haber recibido presiones en el recinto.
“La diputada Hotton dijo que estaba pidiendo estructura. Yo jamás pido que me ayuden con estructura. Que me den lo que corresponda”, bramó, sentada en el vértice de la mesa principal, justo del lado que se apostaron los kirchneristas.
Ocurre que la denunciante había admitido solicitar contratos para solventar el crecimiento de su naciente partido político, con el mismo nombre que su monobloque.
Su argumentación precedió a la de la kirchnerista Patricia Fadel, denunciada por Hotton de haber ofrecido favores a cambio de votos. Pero pareció casi una palmada a las acusaciones que había recibido, con causa judicial incluida.
Tan consustanciada con el oficialismo parecía que se sumó al repudio de la kirchnerista Diana Conti a colaboradores de Hotton que filmaban los diálogos entre ambas. “Apagá los botones, hacelo por los valores del país”, gritó luego Conti, burlándose del nombre del partido de la diputada porteña.
“Cuando no se dan nombre y apellido sobre la corrupción se hace un daño”, disparó Alonso. Apuntó contra las generalizaciones y, lejos de la posición de sus pares de bloque, defendió cualquier diálogo con el oficialismo. “Negociar un presupuesto es decencia democrática. A mí no me ofrecieron nada. Mi única tarjeta de débito es la del Banco Nación”, se defendió.
Le siguió en la palabra Ricardo Alfonsín, quien le propició un reto. “Es bueno que Alonso pida no generalizar. Porque la organización que presidía antes lo hacía. La experiencia enseña”, la juzgó.
El jefe del bloque Pro, Federico Pinedo, admitió no haber conocido los motivos por los cuales, poco antes de votar, cuatro diputados de su bloque no estaban en sus bancas. Una era Alonso y los otros eran Soledad Martínez, Christian Gribaudo y Silvia Majdalani.
“Efectivamente en ese momento no podía explicar las ausencias. Después nos reunimos tuvimos fuertes discusiones, y decidimos avanzar en una posición única, que fue la de no dar quórum hoy y no votar el presupuesto si no se hacen modificaciones”, explicó, visiblemente nervioso. Cuando terminó su intervención, Alonso, muy suelta de cuerpo, se acercó a saludarla. Después volvió a su ubicación, justo al lado de los kirchneristas.(La Política Online)