"A noventa días, aquí nadie se rinde"; "lo quiera o no lo quiera Micheletti va pa`afuera";"Mel (apodo de Zelaya) el pueblo está contigo", gritaban los miles de manifestantes que hoy partieron de la Univesidad Pedagógica, al este de la capital, y caminaron varios kilómetros sobre la avenida Miraflores hasta el centro, flanqueados por cientos de policías y militares.
Al pasar por las cercanías de la embajada brasileña, los manifestantes se detuvieron a gritar consignas, mientras policías y soldados armados con armas de guerra bloqueaban la calle que da acceso a la sede diplomática donde se encuentra Zelaya, informó Venevisión en su portal de internet.
"La resistencia se ha fortalecido, hoy es todo un pueblo, una fuerza nacional", dijo Juan Barahona, dirigente sindical y coordinador del Frente Nacional contra el Golpe, quien asegura que el movimiento logrará el restablecimiento del orden constitucional y "la convocatoria a una Asamblea Constituyente".
Según el dirigente,"la situación política ha evolucionado en los últimos (cinco) días; con la presencia del presidente (Zelaya) el movimiento se ha fortalecido y los golpistas se ven cada vez más obligados a negociar".
Sin embargo, el gobierno de facto amplió hoy el toque de queda a 12 horas en todo el país a partir de esta noche, tras dos días de mantenerlo por menos tiempo, sólo en las fronteras y en cinco de los 18 departamentos del país.
Según el comunicado del régimen, la medida se impuso "para garantizar la paz y el orden público, y debido a los llamados a la insurrección hechos de manera pública por el señor Zelaya".
Por otra parte, un miembro de la embajada brasileña informó que fue afectado por un gas tóxico lanzado contra el predio, con lo que confirmó las denuncias formuladas por Zelaya y negadas por el gobierno de facto.
El brasileño Wilson Batista, de 49 años, declaró que sintió "la nariz ardiendo y un poco de dolor de cabeza, había olor a gas de cocina", informó la agencia noticiosa italiana ANSA.
Asimismo, según un medio de prensa hondureño, el presidente de facto, Roberto Micheletti, mantiene argumentos dilatorios para iniciar un diálogo para superar la crisis.
Un editorial del diario El Tiempo califica de "treta fatal" la decisión de los golpistas hondureños de impedir la visita de una misión de cancilleres latinoamericanos encabezada por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
La nota denuncia que el régimen de Micheletti suspendió los vuelos comerciales para evitar la llegada de esa delegación y que, como táctica dilatoria, dijo que daría prioridad a una visita del presidente y mediador Oscar Arias, quien expresó que no tiene intención de viajar por el rechazo de Micheletti al Acuerdo de San José, que contempla la restitución de Zelaya en la presidencia.
Por su parte, el candidato presidencial del conservador Partido Nacional (PN), Porfirio Lobo, sostuvo que "deben tener mucha flexibilidad ambas partes para deponer cualquier intransigencia y buscar a través del diálogo una salida a la crisis política que vive el país".
Lobo no descartó, citado por el diario El Heraldo, afín al gobierno de facto, que en este proceso de diálogo "con base en la propuesta de San José, también se llegue a un acuerdo político que implique hacer la consulta al pueblo sobre si desea hacer cambios a la Constitución".
También Elvin Santos, ex vicepresidente de Zelaya y candidato presidencial del sector del Partido Liberal que apoya al golpismo dijo que "hemos exigido el diálogo y que tanto Micheletti como Zelaya pongan sobre la mesa los puntos de divergencia".
"Nosotros, los candidatos presidenciales, no somos mediadores, simplemente les hemos exigido que se sienten a dialogar, que retomen el Acuerdo de San José que puede ser modificado, pero esta es una decisión de las partes en conflicto", dijo.
Agregó que a Honduras "no la pueden invadir porque no es una amenaza internacional como para que vengan cascos azules (de la ONU)".
Por otra parte, el canciller brasileño dijo estar satisfecho con la declaración del Consejo de Seguridad de la ONU, que calificó ayer de "actos de intimidación" y "acoso" las acciones del gobierno de facto contra la embajada brasileña en Tegucigalpa.
"Es una cosa extraordinaria haber logrado esa declaración. Era lo que esperábamos", añadió el ministro brasileño citado por la agencia noticiosa alemana DPA.
No obstante, trascendió que la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, estuvo en desacuerdo con la propuesta Brasileña de convocar al Consejo de Seguridad, con la idea de mantener el conflicto de Honduras en el marco regional de la OEA.
Fuente: 26 Noticias