Además, indicó que no es su tarea controlar el estado de los trenes y remarcó que, según el informe pericial, los frenos no fueron los causantes del accidente. Aunque no lo nombró, todas sus palabras apuntan a la responsabilidad que pudo haber tenido el motorman Marcos Córdoba, quien manejaba la unidad que se estrelló contra la estación de Once.
"No es función de la dependencia a mi cargo: 1) el control del estado de los trenes, 2) el control del estado de los demás componentes de la red ferroviaria (vías, estaciones, etc.)", aclaró Luna en el escrito presentado ante el juez Claudio Bonadío.
El funcionario, que se encuentra bajo la órbita de la Secretaría de Transporte de la Nación, destacó además que el informe de los peritos de la causa concluyó que el accidente no fue provocado por una falla en los frenos de la formación ni en el material ferroviario.
En ese sentido, recordó que los expertos indicaron: "1) que no pueden establecerse disfuncionalidades evidentes en los dispositivos de freno de la formación analizada que hayan constituido causa suficiente para la producción de la colisión (…) 2) que con la excepción del freno del guarda, no se ha encontrado a través de la pericia realizada que los sistema de seguridad del tren (…) hayan estado indisponibles para su utilización".
"En lo atinente a las ´condiciones de infraestructura al momento del accidente´, los peritos concluyeron que ´no se ha encontrado evidencia objetiva de fallas o anormalidades que incidieran en las causas del caso en estudio´", remarcó.
A esto, el subsecretario de Transporte Ferroviario, que también se desempeña como gremialista de La Fraternidad, recordó que en el recorrido "entre Caballito y Once hubo aplicaciones de freno con resultado normal en el frenado y la recuperación".
Aunque evitó nombrarlo, sus dichos apuntaron a la presunta responsabilidad que tuvo el maquinista, quien habría sufrido un ataque de epilepsia al momento del choque. "Ninguna falla de los frenos fue reportada a la estación de control, ni en el viaje que concluyó fatalmente con el accidente, ni en todos los viajes previos que ese día y los días previos había efectuado la misma formación, dirigida por distintos conductores", recordó Luna.
Por último, el funcionario reconoció que no se puede "negar que el sistema ferroviario en la Argentina tiene falencias". "Es lo mismo que aceptar sin reparos que existe mucho por hacer. Esto es una verdad de Perogrullo", concedió. Aclaró, sin embargo, que, a partir de la "evidencia irrefutable", puede concluirse que "esas falencias que existen no han sido causa (ni inmediata, ni mediata, ni remota) del accidente".
Fuente: infobae.com