"Cuando escuchás los testimonios -dijo- uno tiene que hacer fuerza para no emocionarse hasta las lágrimas. Ha sido muy duro escuchar los relatos de los testigos".
Trotta señaló que "a veces uno piensa que cuando escucha las declaraciones de 300 ó 400 testigos nada nos va a sorprender, sin embargo no paran de hacerlo. Hasta la última semana de audiencia hemos tenido testimonios desgarradores".
El fiscal señaló que a través de los 581 testimonios que se receptaron en las 254 audiencias, "hemos escuchado el horror y el terror de lo que significó el plan represivo en Córdoba. Los datos que hemos recabado son terribles y las formas en que fueron torturadas las víctimas que han llevado a los campos de concentración eran inimaginables para la condición humana".
"Quizás ninguna de las partes -agregó Trotta- nos hemos puesto a pensar cuánto ha impactado en nosotros el hecho de escuchar, durante todas las audiencias, un relato vinculado a tanto dolor, y lo digo también desde el punto de vista de la víctima y del familiar del desaparecido".
Indicó que durante la etapa testimonial "también fue muy duro escuchar el relato que cuando el testigo era un niño, su padre se fue a trabajar y no volvió nunca más y nunca pudo encontrar una explicación de por qué se lo llevaron. Lo que se ha escuchado en los testimonios supera cualquier parámetro de lo inconcebible dentro de la condición humana que podemos tener".
Trotta destacó, en relación al daño que produjo el terrorismo de Estado en Córdoba, que "muchos testigos han dicho que del campo de concentración no se van más, que se van a morir con esa marca de haber pasado por esos centros clandestinos y que no se van a olvidar de las tortura. Ese relato se repite en cada testimonio".
Agregó que "si uno se pone a pensar en esos testimonios, se da cuenta que el aparato represivo, en Córdoba, fue una topadora que arrasó, que diezmó a toda una generación y la marcó para toda la vida".
Trotta consideró que "después de 2 años y 8 meses de juicio (empezó el 4 de diciembre de 2012) el balance ha sido altamente positivo. Estamos llegando a a etapa final a la espera de una sentencia y eso es muy importante porque avanzamos con el juzgamiento de crímenes de lesa humanidad y con su función reparadora".
"Con estos juicios -agregó- estamos demostrando que estamos en un estado de derecho con todas las garantías que establece la Constitución Nacional. Se condenará a quienes deban ser condenados y se absolverá a quienes deban ser absueltos".
"Sin llegar a adelantar una opinión, la que se traducirá en el alegato, diría en en la generalidad de los casos la prueba ha sido contundente, como es el caso de la desaparición de Silvina Parodi y la sustracción de su hijo que nació en cautiverio, el nieto de Sonia Torres", titular de la filial Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo, dijo el fiscal.
Trotta añadió que "estamos en condiciones de decir que hemos juzgado dos de los campos de concentración más importantes de la provincia (La Perla y La Ribera) y hemos conocido cómo funcionaban esos centros clandestinos de detención y cuáles eran los tratos que se les daban a las víctimas".
Finalmente, señaló que "en este juicio, cuando se conozcan los alegatos (comienzan el 9 de septiembre) y la sentencia, creo que va a quedar en claro cómo (el represor Luciano Benajmín) Menéndez, utilizó a Córdoba para transformarla, en proporción, en el lugar más violento que tuvo el sistema represivo de la Argentina".
Fuente: Télam