El gobierno a su vez presenta serios síntomas de intolerancia a los reclamos, tal vez la elección que ganaron ofició hizo que ellos mismos se legitimaran como eficientes, algo que poco a poco está indignando a diversos sectores sociales.
Una muestra clara de confrontación es la posición de la Unión de Tranviarios Automotor que ya anunció, tal lo prometido, un paro de transporte para el próximo viernes, al ver incumplidos las promesas de no tocar los salarios de los trabajadores.
Los docentes no ceden en su afán por lograr mejores salarios, los municipales se encuentran a la expectativa de lo que anuncie el Poder Ejecutivo Provincial para caer con decisión sobre el Ejecutivo Municipal. Todo ellos se ve potenciado por la tracción que llega desde el interior provincial donde no les es ajena la magra condición salarial.
La atención estará concentrada en altas dosis, en el anuncio de aumentos que el mismo gobernador decidió adelantar, si el mismo no satisface a los trabajadores, lo sucedido este miércoles será solo la punta del gran iceberg que traerá serios inconvenientes al gobierno.