"Hay que entender que todo aquello que hoy nos conmueve que lo hace como Papa, lo hizo antes en la Argentina", dijo el embajador, quien remarcó que "Francisco es como una esponja, que absorbió el debate de una ciudad muy discutidora como es Buenos Aires, si no veamos el sínodo de obispos".
El dirigente peronista mencionó entre estas actividades el reciente encuentro "Techo y Trabajo", organizado por el argentino Juan Grabois, en el cual Francisco recibió en el Vaticano a integrantes de organizaciones populares de los cinco continentes. También destacó que cuando Pontífice era Arzobispo de Buenos Aires, realizó una serie de homilías con prostitutas rescatadas de las redes de trata, cartoneros y trabajadores textiles.
"Ese encuentro surge de estos trabajos previos que ahora incluye a los excluidos del mundo, también los inmigrantes de Europa. Eso fue lo que dijo en el parlamento europeo y él cree que esa realidad de discriminación, de racismo, en América Latina no existe en esa magnitud", remarcó.
Por otra parte, también se preguntó: "¿Hubiera existido la posición del Papa respecto de los gays si él no hubiera visto acá el debate sobre el matrimonio igualitario? Por supuesto que él públicamente no podía salir a apoyar eso, pero lo importante es que cuando tiene el poder real, está mirando de otra manera".
"Los gays en norteamérica, que son una comunidad de las más importantes, lo que más le valoran es que él es el primer Papa que los trata como gay, (sigla en inglés de "good as you", bueno como tú), no de homosexuales", afirmó Valdés.
Consultado sobre si en Argentina el papa Francisco también absorbió el peronismo, el embajador argentino respondió: "Es un gran lector de Marechal, de Methol Ferré, también de Borges, pero esos autores le han dado una mirada política del mundo. A nosotros que tenemos identidad política nos gusta más que a otros".
"Él tiene un pensamiento político, pero que lo diga él, no yo", contestó Valdés, que destacó la Homilía Pastoral Social de Buenos Aires, llamada "Nosotros como ciudadanos, nosotros como pueblo", que responde al debate a favor o en contra de la política de 2001 con la afirmación de que "el ciudadano vale más si se junta con otro ciudadano y otro más, para conformar el pueblo. Ahí se ve el valor de la política".
En ese sentido, el dirigente peronista rescató "la visión latinoamericanista de Argentina y del Papa", al asegurar que "siempre dice con orgullo que es el único continente que no tiene ninguna hipótesis de conflicto, cosa que no pasa en el resto del mundo. Es su continente, por eso se siente tan cerca de las posiciones de los jefes de Estado de América Latina".
"Durante la Asamblea de la ONU, cuando los jefes de Estado de los principales potencias occidentales planteaban guerra, guerra y guerra, los líderes de América Latina, Michelle Bachelet, Cristina, Evo Morales, Dilma Rousseff, plantearon una posición muy cercana a la visión de Francisco".
"Él ve que su continente, es la región que más acompaña su visión geopolítica del mundo", dijo Valdés, quien agregó: "Esa es una agenda en común, al igual que el trabajo por la paz en el mundo, pero una paz militante, no una paz vacía. Francisco vive con gran angustia que cada vez hay más guerras, a pesar de su prédica".
Y explicó: "Él se pregunta por qué hay desempleo de jóvenes, porque las burbujas financieras hacen estallar los sistemas políticos. Y eso trae como consecuencia la caída del empleo, de los sistemas económicos".
El flamante embajador se refirió entonces a "lo que está pasando en España, donde los partidos políticos están desacreditados. Lo mismo pasa en Grecia. Así como Podemos (agrupación política de centroizquierda) puede ser alternativa de gobierno en España, también puede pasar en Grecia".
"En otro lugares surgió también un fascismo que al Papa le preocupa, porque lo primero que hacen es ir contra el inmigrante", dijo Valdés, respecto del reciente discurso de Francisco ante el Parlamento Europeo, donde dijo que "no se puede tolerar que el mar Mediterráneo se convierta en un gran cementerio".
Y destacó: "Yo aspiro a que los jóvenes hagan eso que nosotros no hicimos y que declaren el primer delito de lesa humanidad a quienes comienzan una guerra, no sólo a quienes las hacen. Es mucho más grave declarar una guerra que hacerla, y acá se juzga a quienes la hacen. El postfrancisquismo va a generar eso, que se mire peor a quienes declaren una guerra que a quienes la hacen".
Fuente: Télam
