El Senado quiere conocer las estadísticas sobre trastornos por déficit de atención en niños

(DIARIOC, 01/06/2011) La iniciativa parlamentaria fue presentada por la senadora María Antonia Mercado.

El trastorno del déficit de atención e hiperactividad, es un desorden en los niveles de conducta, que afecta principalmente a niños y adolescentes, edad entre los 7 y 18 años, que se manifiesta fundamentalmente en el ámbito escolar, y que tiene como característica sobresalientes, la inatención, la agresividad, la hiperquinesia, y otros desequilibrios conductuales.

“Los chicos con este padecimiento no pueden concentrarse, no obedecen las instrucciones de los maestros, no realizan sus tareas, y actúan con torpeza y agresividad, no pueden jugar con sus compañeros y se accidentan con facilidad, lo que dificulta sensiblemente su rendimiento escolar, y desmejoran su calidad de vida en general. Todo esto afecta su autoestima, y en ocasiones sus conductas de vida, todo esto son incluso niños que en ocasiones pueden ser maltratados, porque sus mayores no entienden que son diferentes e ignoran que un niño con ADHD, que es la sigla en inglés, requiere una educación particular”, sostuvo la legisladora al fundamentar el proyecto.

Comentó luego que las estadísticas revelan que, en la Argentina, existen alrededor de 500.000 niños y adolescentes, que padecen este trastorno, lo que significa un porcentaje del 5% del total de niños de este segmento. En los niños, los casos detectados demuestran una relación de 3 varones por cada niña con ADHD, aunque se piensa que existe un alto porcentaje de subdiagnóstico en las niñas, ya que si bien mantienen los mismos niveles de inatención no son tan hiperactivas, por lo que los padres consultan en menores casos a los profesionales.

En los adultos la relación es de 1 a 1. En la edad adulta, la prevalencia del síndrome es de aproximadamente entre el 4 y el 6%. El adulto con ADHD suele ser inquieto, distraído, impulsivo, hiperactivo, impaciente y desorganizado; a veces necesita buscar novedades y emoción para reducir su caos mental. Son más proclives a sufrir accidentes de tránsito, y tienen dificultades para mantener relaciones de pareja y trabajos estables.

Sin embargo, solamente unos pocos miles son diagnosticados, lo que habla a las claras de un vacío en mecanismos de detección.

“Existen afortunadamente nuevos métodos terapéuticos para el tratamiento de este desorden, tras por lo menos 40 años sin que se produjeran mayores novedades farmacológicas, ya está disponible en la Argentina la primera de una nueva clase de medicación para el ADHD. Se trata de la Atomoxetina, una droga que bloquea selectivamente la reabsorción de noradrenalina, un neurotransmisor implicado en el déficit de atención. Controla los síntomas durante todo el día con eficacia y elevada seguridad: es la primera medicación “no estimulante” para el ADHD.

Sin embargo este avance farmacológico puede no ser utilizado en plenitud justamente por esta falta de detección y diagnóstico”, señaló Mercado.