Los testimonios de algunos de esos nietos, expuestos en el sitio www.abuelas.org.ar expresan los resultados de una lucha pacífica y sin revanchas de Abuelas hacia quienes secuestraron a sus hijos y se apropiaron de sus nietos y todavía no fueron llamados por la justicia para rendir cuentas.
"La confirmación genética no fue más que una felicidad interminable. Ese mismo día conocí a mi familia biológica. Fue tan fuerte, tan maravilloso, como si los hubiera esperado o buscado todos estos años. Comprobé el parecido con mi madre y mi padre, me enteré de la clase de personas que eran, de su lucha por un país más justo e igualitario y de la lucha de mis abuelos, mis primos y mis tíos por encontrarme", aseguró Horacio Pietragalla Corti.
"Recuperar la identidad significó para mí un nuevo comienzo, con claridad, sin mentiras", dice Claudia Victoria Poblete, quien recuperó su nombre y a su familia en febrero de 2000.
"Haber encontrado mi pasado me permite plantear mi futuro sin miedos viejos. Significa el alivio que me causa la sensación de que no hay más agujeros negros en mi historia", agregó.
Para Gabriel Matías Cevasco "hubiese sido terrible transcurrir la vida desconociendo quién era en realidad e ignorando a los que tanto me amaban y me estaban buscando. Mi vida, ahora, transcurre normal. Me siento una persona completa. Siempre me sentí incompleto hasta el día en que conocí a mi viejo, me conocí a mí, descubrí quién era, cuál era mi verdadero nombre".
{adr}"No sé cuál fue el detonante de la búsqueda, pero cuando surge la duda es inevitable que pase algo, es bastante complicado tener dudas y no hacer nada. El tema es que surja la duda, vencer la barrera y darle bola a esa duda. Después, de una manera u otra, querés saber cómo es tu historia", admitió Sebastián José Casado Tasca.
"Nunca forcé ningún paso en el camino de la búsqueda, ni aún cuando recuperé mi identidad. El primer día que me enteré de que mis padres eran desaparecidos no lo podía creer, me empecé a informar sobre el tema, sentí miedo, ansiedades de saber ya toda mi historia, pero ese miedo, de a poco, fue desapareciendo", aseguró Gustavo Godoy.
"Para mí es recuperar una historia, recrear vínculos, que te empieces a sentir parte de alguien, no es que me devolvieron el nombre y terminé, de hecho no sé si alguna vez terminaré de reconstruir mi historia. A mí me podrían haber dicho ’vos sos tal, te damos los documentos nuevos’, pero yo necesité saber quién era mi mamá, quién era mi papá, de dónde venían, qué hacían, por qué lo hacían, y esto es algo que no termina", confesó Manuel Goncálvez.
